Diabetes y Deporte: Control Glucémico Diabetes Tipo 1

No cabe duda de que el deporte y la actividad física mejoran la salud de las personas con y sin diabetes. Sin embargo, en el caso de la diabetes tipo 1, la práctica de ejercicio físico no siempre se relaciona con un mejor control de la glucemia. Lo importante no es gastar más o menos cantidad de glucosa, sino mantener un equilibrio entre los diferentes factores implicados en el control glucémico (consumo de glucosa, insulina, alimentos o estrés, entre muchos otros). Es por ello que los estudios realizados hasta el momento, no muestran mejoría en los niveles de hemoglobina glicosilada (HbA1c) con la realización de ejercicio físico.

Serafin Murillo, Nutricionista Hospital Sant Joan de Déu y profesor en la Universitat de Barcelona, ha elaborado estas infografías, patrocinadas por Sanofi, que de forma muy visual te aportan información (tips, consejos…) acerca del efecto del ejercicio sobre los niveles de glucosa en sangre.

¿Hacer ejercicio mejora el control glucémico?

01 ¿HACER EJERCICIO MEJORA EL CONTROL GLUCÉMICO?

La práctica de ejercicio físico en personas con DM1 no siempre se relaciona con un mejor control de la glucemia.

La regulación de la glucemia durante el ejercicio

02 LA REGULACIÓN DE LA GLUCEMIA DURANTE EL EJERCICIO

El tratamiento con insulina supone cambios importantes en la regulación de los niveles de glucosa en sangre al realizar ejercicio.

Cada tipo de ejercicio, un efecto diferente

03 CADA TIPO DE EJERCICIO, UN EFECTO DIFERENTE

El efecto sobre la glucemia de cada tipo de ejercicio puede llegar a ser muy diferente.

Adaptación al ejercicio aeróbico hipoglucemiante

04 ADAPTACIÓN AL EJERCICIO AERÓBICO HIPOGLUCEMIANTE

Los ejercicios aeróbicos suponen un elevado consumo de glucosa, que puede llevar a la hipoglucemia, especialmente cuando su duración es elevada.

Adaptación hiperglucemia a ejercicios hiperglucemiantes

05 ADAPTACIÓN HIPERGLUCEMIA A EJERCICIOS HIPERGLUCEMIANTES

Algunos ejercicios producen una respuesta diferente a la habitual sobre los niveles de glucemia, con una clara tendencia a la hiperglucemia.

Hiperglucemia post ejercicio, ¿cómo se corrige una hiperglucemia?

06/1 HIPERGLUCEMIA POST EJERCICIO, ¿CÓMO SE CORRIGE UNA HIPERGLUCEMIA?

En algunos casos, los valores de glucemia están elevados al acabar un entrenamiento o competición, y se plantea la duda de si se debe corregir.

Hiperglucemia post ejercicio, ¿cómo se corrige una hiperglucemia?

06/2 HIPOGLUCEMIA POST EJERCICIO, ¿CÓMO SE CORRIGE UNA HIPOGLUCEMIA?

El efecto hipoglucemiante del ejercicio físico puede llegar a mantenerse hasta las 12-24 horas posteriores a la actividad.

Deporte en diabetes tipo 1

DEPORTE EN DIABETES TIPO 1

Documento pdf completo con las infografías elaboradas por Serafin Murillo, Nutricionista Hospital Sant Joan de Déu y profesor Universitat de Barcelona, patrocinadas por Sanofi.

Ventajas de hacer ejercicio físico para control de glucemia en diabetes tipo 1

Los deportes y la actividad física pueden tener un impacto positivo en el control de la diabetes.

  • Regulación insulina mejorada: practicar deportes de forma regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina, esto significa que el cuerpo se vuelve más eficiente en el uso de insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre mejorando el control glucémico (niveles de glucosa en sangre).
  • Mayor eficiencia en control de glucemias: la actividad física puede reducir los niveles de glucosa en sangre al aumentar la absorción de glucosa por los músculos para obtener energía. Además, el ejercicio físico puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina facilitando que la insulina pueda reducir eficazmente los niveles de azúcar en la sangre.
  • Mejorar la salud cardiovascular: los ejercicios aeróbicos (correr, nadar, ciclismo) tienen un impacto positivo en la salud cardiovascular ya que reduce la presión arterial, mejora los niveles de colesterol y reduce otros riesgos relacionados con el corazón.
  • Gestión eficiente del estrés: las preocupaciones tienen un impacto en los niveles de glucosa en sangre. El bienestar mental es clave para evitar que las hormonas del estrés pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre facilitando el control glucémico.

    El deporte aeróbico (nadar, correr, andar en bicicleta) pueden ser óptimos para el control de la glucemia tanto para niños, adolescentes y adultos. Por ello hemos preparado 2 propuestas adaptadas de ejercicios aeróbicos hipoglucemiante (gestión hipoglucemias) e hipoglucemiantes (gestión hiperglucemias).

    Ejercicios aeróbicos hipoglucemiantes

    Los ejercicios aeróbicos suponen un elevado consumo de glucosa, que puede llevar a la hipoglucemia, especialmente cuando su duración es elevada. Para evitarla, la primera norma es empezar el ejercicio con niveles bajos de insulina. Sabemos que la insulina rápida tiene una duración de unas 3 horas, por lo que una buena opción sería empezar la actividad unas 3 horas después de la última administración de insulina rápida. Si no se pudiera seguir esta pauta, entonces sería necesario reducir la dosis de insulina rápida previa a la actividad. Por otro lado, los ejercicios aeróbicos suelen necesitar un aporte extra de hidratos de carbono (pasos 2 y 3). Antes de empezar y a lo largo del ejercicio, será necesario aportar hidratos de carbono, para compensar la glucosa que los músculos consumen durante la actividad.

    En ejercicios de muy larga duración puede llegar a ser necesario reducir la insulina basal. Esto se debe consultar con el equipo de educación en diabetes, pues depende del tipo de insulina que se utiliza. Si se utiliza bomba de insulina, se podrá reducir la dosis basal mediante la programación de una basal temporal o del objetivo temporal, pero siempre programándolo entre 60 y 90 minutos antes del inicio de la actividad.

    Ejercicios aeróbicos hiperglucemiantes

    Algunos ejercicios producen una respuesta diferente a la habitual sobre los niveles de glucemia, con una clara tendencia a la hiperglucemia. Se trata de ejercicios de intensidad muy alta o máxima, pero que la duración es corta, de unos pocos segundos o minutos. Para evitar esta tendencia a la hiperglucemia se pueden poner en marcha alguna de las siguientes estrategias:

    A) Incluir ejercicio aeróbico. Este tipo de ejercicio aumenta el consumo de glucosa y compensa el efecto hiperglucemiante de los ejercicios anaeróbicos o de muy alta intensidad. Por ejemplo, se puede realizar un calentamiento aeróbico (cinta de caminar o bicicleta estática) antes de una sesión de CrossFit o bien, realizarlo después de un ejercicio que haya producido hiperglucemia.

    B) Empezar el ejercicio con insulina activa. La insulina impide que el hígado libere glucosa a la sangre, por lo que se reducirá el efecto hiperglucemiante del ejercicio. Se puede empezar programando una pequeña comida o suplemento entre 1 y 2 horas antes del ejercicio, manteniendo la dosis de insulina normal. En este caso, se debe ser muy prudentes, pues un exceso de insulina podría ocasionar hipoglucemias justo después de la actividad.

    Es importante tener en cuenta que la hiperglucemia en ejercicios de muy alta intensidad es un fenómeno que también se produce en personas sin diabetes, por lo que puede ser difícil conseguir controles perfectos durante este tipo de entrenamientos o competiciones.

    El cuerpo humano regula de forma casi perfecta los niveles de glucosa en sangre, incluso durante el ejercicio físico. Para realizar cualquier tipo de actividad, los músculos necesitan aumentar su consumo de energía para el movimiento. En los primeros minutos de actividad, esta energía proviene de las reservas de glucosa y grasa de las mismas células musculares. Pero estas reservas se acaban rápidamente, por lo que es necesario conseguir una mayor cantidad de energía, que, en parte, se obtiene de la glucosa que circula por la sangre, y que llega a todos los músculos del organismo.

    Sin embargo, al consumir la glucosa de la sangre, los niveles podrían descender hasta llegar a la hipoglucemia. Para evitarlo, se pone en funcionamiento el hígado, que tiene capacidad de liberar glucosa a la sangre. Así, a mayor intensidad del ejercicio, mayor será la liberación de glucosa desde el hígado a la sangre, con el objetivo de aportar al organismo la energía que necesita para realizar su actividad y mantener los niveles de glucosa en sangre. Este funcionamiento se produce en personas sin diabetes.

    En el caso de la diabetes, el tratamiento con insulina supone cambios importantes en la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Por un lado, los ejercicios de larga duración provocarán un alto consumo de glucosa, que frecuentemente lleva a la hipoglucemia. En cambio, cuando los ejercicio son de muy alta intensidad y corta duración, el hígado puede llegar a liberar cantidades tan grandes de glucosa, que produzcan hiperglucemia durante o justo después del ejercicio.

    En algunos casos, los valores de glucemia están elevados al acabar un entrenamiento o competición, y se plantea la duda de si esa hiperglucemia se debe corregir con insulina rápida o bien volverá a la normalidad en pocos minutos.

    Sabemos que el ejercicio produce un potente efecto hipoglucemiante, que se mantiene en las horas posteriores a la actividad. Este efecto también depende del tipo de ejercicio físico que se haya realizado. Así, los ejercicios aeróbicos, especialmente si son de larga duración, tendrán una mayor capacidad hipoglucemiante que los ejercicios anaeróbicos o de fuerza. Por tanto, la corrección de la hiperglucemia post ejercicio dependerá del tipo de actividad que se haya realizado previamente. Ante todo, lo principal es la seguridad.

    Esto supone que si no se sabe cómo hacer esta corrección, como es el caso del periodo inicial de la diabetes, denominado “luna de miel”, es mejor no hacer esta corrección de la hiperglucemia. Es preferible observar y aprender cómo se modifica la glucemia después del ejercicio y así evitar correcciones que puedan llevar de la hiperglucemia a la hipoglucemia. Si se decide hacer la corrección de la hiperglucemia, se debe tener en cuenta que la sensibilidad a la insulina aumenta después del ejercicio, por lo que en la corrección deberá utilizarse una dosis de insulina mucho menor, especialmente en el caso de ejercicios aeróbicos de larga duración.

    Por regla general, practicar deporte y realizar ejercicio físico es positivo para las personas con diabetes tipo 1 ya que ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre tanto durante como después de la actividad. Sin embargo, puede pasar que practicar deporte puede elevar de forma temporal los niveles de glucosa. A continuación compartimos algunas posibles razones:

    • Tras haber realizado ejercicios de alta intensidad, el cuerpo puede liberar hormonas contrarreguladoras, como la adrenalina, que pueden aumentar los niveles de glucosa en sangre.
    • Realizar ejercicios anaeróbicos como levantar pesas u otros ejercicios de resistencia (crossfit) ya que pueden desencadenar la liberación de glucosa almacenada en el hígado.

    En estos casos es importante que las personas con diabetes de tipo 1 estén pendientes de sus niveles de glucosa antes, durante y después del ejercicio para poder realizar ajustes en su plan de gestión de la diabetes: incorporar carbohidratos o bien alterar las dosis de insulina para un control glucémico eficaz.

    El efecto hipoglucemiante del ejercicio físico puede llegar a mantenerse hasta las 12-24 horas posteriores a la actividad. Esto se debe a la activación de las fibras musculares pero también a la necesidad de rellenar los depósitos de glucosa en los músculos y el hígado, previamente gastados durante el ejercicio.

    Es en el periodo nocturno cuando suelen aparecer más hipoglucemias relacionadas con el ejercicio físico ¿Cómo tratar las hipoglucemias durante la noche tras haber realizado actividad física?. Aquí compartimos algunas estrategias que pueden ayudar al control glucémico durante la noche:

    • Valorar la glucemia antes de ir a dormir, y tomar un pequeño aporte de hidratos de carbono, en forma de alimentos de bajo o moderado índice glucémico, como por ejemplo yogur griego o pan integral.
    • También se pueden tomar alimentos ricos en grasas y proteínas, pues una pequeña parte de ellos se transformará en glucosa durante las horas posteriores.
    • Reducir la insulina que actúa durante la noche. Si se utiliza insulina basal (bolígrafos) se deberá consultar previamente con el equipo de educación en diabetes, pues algunas insulinas de larga duración no permiten modificaciones. En el caso de utilizar bomba de insulina, se podrá programar una reducción de la línea basal durante la noche o en los modelos integrados bomba-sensor, aumentar el objetivo de glucemia o incluso programar un objetivo temporal más alto para ese tramo de la noche.